jueves, noviembre 17, 2005

LA AUTOPERCEPCION DEL PERIODISMO


La mitad de los periodistas de la Argentina considera que los principales problemas de su profesión son la dependencia de la publicidad oficial y la falta de profesionalización. Así lo indica un estudio encargado por el Foro del Periodismo Argentino (Fopea) y realizado por Jorge Giacobbe y Asociados a 282 periodistas de la Ciudad de Buenos Aires y 17 provincias del país.
Los objetivos del estudio fueron impulsar un debate que una organización no puede dar en soledad y servir de disparador sobre los principales problemas de la profesión: abordar el reclamo de autocrítica desde dentro y fuera del periodismo, la autoconciencia de los periodistas sobre sus debilidades para enfrentar un escenario que plantea nuevas complejidades, la libertad de expresión.

De los resultados se desprende:
Una fuerte autocrítica de los periodistas, que admiten que de 1 a 10 el nivel ético promedio está por debajo de los 5 puntos (más del 95 por ciento ha tenido conocimiento directo de actitudes no éticas de sus colegas) y el rigor profesional apenas supera esa calificación.
Reconocen de manera casi unánime la necesidad de profundizar la formación académica y admiten su propia necesidad de mayor capacitación. Si bien el 45 por ciento asegura que su principal motivación es la vocación periodística y el 43 por ciento siente placer al practicarla, el mismo porcentaje se reparte sensaciones de contradicción y frustración.
Parece plasmarse, en ese sentido, un correlato con el nivel de independencia en la profesión. Por un lado, los encuestados miden su autonomía en casi 7 puntos. Sin embargo, el 60 por ciento califica al periodismo argentino como “condicionado” y casi el 30 lo considera “complaciente”. Siete de cada 10 periodistas perciben influencias del departamento comercial en la redacción de sus medios.
El 18 por ciento sostiene que en la empresa periodística en la que trabaja no hay libertad para publicar todo tipo de noticias y más del 47 por ciento señala que esa libertad es parcial.
El 52 por ciento asegura haber recibido llamadas coercitivas de parte de funcionarios públicos: en el 48 por ciento de esos casos, el medio siguió adelante con la publicación, pero en la misma proporción la nota se levantó o fue modificada, o el periodista sufrió represalias a nivel laboral o personal.
Casi el 39 por ciento de los encuestados respondió que la gestión presidencial en la que hubo mayor presión coercitiva oficial hacia el periodismo es la actual de Néstor Kirchner, mientras un 25 por ciento consideró que fue igual en todas las gestiones desde 1983.
La visión de los periodistas sobre el futuro de la profesión parece sombría: sólo el 39 por ciento considera que mejorará, el 36 que seguirá igual y el 21 que será peor.

La versión completa de la encuesta, disponible en la página web de Fopea.
También puede obtenerse en Jorge Giacobbe y Asociados.

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