Dice La Mañana de Córdoba de este lunes a propósito de la columna política del domingo:
• Un talibán en La Voz
El resentimiento y la precariedad son los principales condimentos de la columna de política dominguera que tocó en turno ayer en La Voz. En una especie de plegaria dirigida exclusiva e intransigentemente para que todo mortal se oponga al gobierno nacional, el escribidor (que en tiempos libres también actúa como inspector de la Afip destacado en operativos especialmente reservados a su patrón) no logra distinguir chanchos de bolitas. Además, es tan ostensible la intención de criticar exclusivamente a la dirigencia del peronismo (ni a Juez, ni a Aguad, leales dependientes) que nunca se termina de saber si es producto de la impunidad que da la posición monopólica o simplemente porque no hay suficiente masa encefálica disponible al propósito de, por lo menos, impostar cierto equilibrio y no tanto antiperonismo. Lo cierto es que en este tren berretista si Juan Schiaretti logra avanzar para que la Nación pague lo que debe, está mal. Si logra fortalecer financieramente a la provincia está mal. Y si en algún punto y por cualquier motivo coincide en algo con la administración de Cristina Fernández, está pésimo. ¿Por qué?.Supone que eso restará margen al gobernador para hacer lo que a su empresa le interesa económica y políticamente que es enfrentar, aún sin ton ni son, al gobierno nacional. Lo mismo para Eduardo Accastello, que como todos sabemos es un dirigente aliado al kirchnerismo. No importa si ese señor es un buen o un mal intendente. Si logra que su ciudad mejore. Para el redactor-sabueso hasta José Manuel de la Sota cae en la volteada porque supone que ya no habla todos los días sino sólo una vez por semana a favor del campo. Nada interesa. No considera que Schiaretti no haya dado ninguna señal de haber cambiado de parecer respecto al campo o la propia ley de medios; o que el ex gobernador De la Sota fijara una posición tambien opositora al gobierno en ese punto, o que mantenga cuestionamientos sobre la política económica. Lo único que define “calidad política” es para oponerse a Kirchner, pero en estilo talibán. Oponerse y dialogar, o buscar espacios para el consenso sobre temas de Estado no es útil para el cronista. Es decir a Kirchner hay que insultarlo, escupirlo y defenestrarlo, sino estás de acuerdo con él. De eso trata el pretendido y elemental panorama. Es una especie de lamento porque entiende que Córdoba podría encaminar su situación fiscal (tópico que resulta crítico en todos los distritos del país) sin apelar a presiones impositivas fuertes o que Accastello podría conseguir obras para el interior. Mejor sería para esta lógica de primate que todo estalle por los aires. Pero eso sí: que no quede ninguna cuenta pendiente con el grupo.
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Hace 1 año.
1 comentario:
dura la puja entre los periodistas 'independientes' (o eran de racing??)
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