Perdón hermano mío si te digo
que ganas de tuitear hoy no he tenido,
no sé si es el Twittdeck,
no sé si es la bebida
o el tiempo que ya llevo sin comida.
Lo cierto es que el Facebook deprime
por tanta pavada sin razón,
si no es por alguna canción
que acerca su alegría
sería más amargo todavía.
A ti te irá mejor, espero,
tuiteando por el mundo entero,
aunque los seguidores, según me cuentas,
te obliguen a manejar más de una cuenta.
Tu tienes que entender, hermano,
que el alma tiene de tuitero,
al no poder hablar con quien quisiera
descarga tuits como una fiera.
Muchos humanos son importantes,
redes mediante, Twitter en mano.
Pero volviendo a mí, nada ha cambiado,
aquí, desde que fuimos conectados,
hay algo, sin embargo,
que noto entre la gente,
parece que tuitearan diferente.
Sus textos han perdido algún destello,
como si fueran ellos los cautivos,
yo sé lo que te digo,
apuesta lo que quieras
que afuera tienen miles de problemas.
Caímos en la red, hermano,
y mira en qué piadosas manos,
su timeline está viciado de humo y muerte
y quién anticipar puede su suerte
Volver a hablar frente a frente
sería su mayor riqueza,
allí podrán conversar más libremente
y no hay ninguna red llena de gente.
Cuídate, hermano, yo no sé cuándo,
pero ese día viene llegando.
* Gracias, Chico Novarro.
Historia de los blogs en América Latina
Hace 1 año.
1 comentario:
Muy bueno!!! Encima, delicado que es lo mejor... jajaja
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